domingo, 30 de mayo de 2010

NO TIENE PRECIO.

Sentir cómo se te atraganta mi mirada,
mi rabia, mi locura.
Cómo la esquivas.
Ver el miedo en tus ojos,

olerlo.

que te alejes, que te siga,
que no te deje,
que literalmente huyas
(y que casi te atropellen por mi culpa)

Pegarte un pellizco donde más te duele.
Empujarte, chincharte.
Recibir tus golpes sin achantarme,
devolvértelos con intereses.
Plantarte cara,
que te quedes con la mía
para que cuando vuelvas a encontrarme

me recuerdes.

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